OPINIÓN
31 de enero de 2025
LIBERTAD DE EXPRESIÓN O LIBERTAD DE PRESIÓN

Si las declaraciones y expresiones del presidente de innegable raíz racista, discriminatoria, xenófoba, misógina y homofóbica tienen además una intencionalidad subyacente a transmitir odio, ¿Cómo evitamos la propagación de ese sentimiento en nuestra sociedad?

Por Lic. Carlos Tejeda - Nadie puede negar que la Libertad de expresión es un derecho universal y fundamental, que es esencial en la vida democrática de toda sociedad. Que cada persona puede difundir sus ideas, informar, expresarse a través de posturas y del arte. También tiene derecho a indagar, buscar información y a recibirla. Pero todo derecho tiene límites. Todos tenemos derecho a circular libremente por ejemplo, pero estamos sujetos a normas viales y de transitabilidad. Y esa libertad no nos otorga el derecho de pasar por encima de otros, ni de atravesar espacios privados, ni de llevar o trasportar a otros contra su voluntad. Todos nuestros derechos y libertades son encuadrados en parámetros análogos. Porque la expresión y la comunicación debieran ser comprendidas de otra manera? La revolución digital y tecnológica entre sus aspectos más positivos ha posibilitado que haya un empoderamiento colectivo donde gran parte de la población mundial forma parte de la comunicación de manera activa. Y no dije toda la población porque siempre hay excluidos como también inequidades en la accesibilidad.
Pero cierto es que a los formadores de opinión tradicionales como periodistas, comunicadores sociales y oradores políticos se sumo una gran fauna que conforman una compleja y nutrida jungla digital; youtubers, influencers, streamer, bloggers, creadores digitales solo por nombrar algunos, mas los usuarios de cada red social y las falsas identidades digitales como los alter egos véase trolls o los bots. Y allí en ese mágico mundo ideal donde todos tienen la posibilidad de contar algo de opinar y ser escuchados, leídos o vistos o todo eso pareciera que la libertad es plena. Pero aún en formato digital seguimos siendo humanos con todas nuestras virtudes y
con todas nuestras miserias. Y allí, si volvemos al ejemplo de la libertad de circular, ¿hay derecho a pasar y atravesar la vida de otros, de invadir su privacidad, su intimidad y llevar su dignidad y su integridad a donde se nos ocurra, ignorando su propia voluntad y derecho? Y todo eso con solo un click que emite un posteo, una imagen, un video. ¿Que hicimos con nuestra libertad? Y en ese complejo mundo nos influenciamos los unos a los otros y a veces nos identificamos como parte de esa comunidad “Libre”. Pero sobre todo somos atravesados y teledirigidos por la política de cada red social y por el todopoderoso Algoritmo, que todo lo ve, todo lo sabe y nos “orienta” para hacer más placentera nuestra vida digital. Entonces, ¿somos realmente libres?
Pero eludiendo por un momento la dopamina y saliendo por un momento del mundo digital para ir a su hermano siamés, el mundo “real”. ¿Cómo están nuestras libertades?
Un hombre de 76 años que votó a este gobierno, se encuentra en la marcha en que los jubilados reclaman por mejores haberes y coberturas sanitarias. En medio de la fricción es golpeado en la cabeza por un efectivo de la policía federal quien sobrepasó el cordón policial y le asestó un golpe con su garrote cuando el jubilado metió su mano derecha en la solapa interior de su campera. Al caer el anciano muestra en su mano el carnet de PAMI que es lo quería sacar de su campera. Los medios dan distinta cobertura al hecho. Un canal habla del exceso de presencia policial en una marcha tranquila y de la naturaleza represiva de la policía. Un conocido periodista de noticiero explica que todo fue un montaje, que la represión no existió y que había civiles infiltrados en las fuerzas de seguridad. En un diario digital hacen un pormenorizado informe de cómo los jubilados son en realidad la fuerza de choque de la oposición que solo quiere desestabilizar al gobierno. En las redes las opiniones mayoritarias fueron variando; en principio eran mas frecuentes los mensajes que se solidarizaban con el abuelo y su estado de salud ya que había sido hospitalizado. Pero luego se viralizaron mas las publicaciones en apoyo a las fuerzas policiales, expresando elogios hacia el policía que se defendió del “ataque del anciano terrorista”. Fue tendencia el hastagge #JodeteViejoZurdo. Un fiscal, inicia de oficio una investigación sobre una organización con fines delictivos cuyo líder podría ser el jubilado que encuentra internado. El Ministerio de Seguridad condecora al Efectivo Policial que se defendió del “ataque del anciano terrorista. El Presidente invita al Policía a la residencia presidencial.
Este relato es ficción pero es totalmente correspondiente con la realidad distópica que estamos viviendo. Las noticias falsas, los mensajes de odio, las campañas de ataque mediático y muchas acciones beligerantes mas, son parte de nuestro día a día. Y allí estamos presos, atrapados, entonces; ¿Libres de que? ¿Podemos escapar?. Se presenta difícil si quien ocupa el cargo de mayor referencia en el país da una conferencia en Davos donde esperaban su análisis sobre la economía antes que su expresión textual .
“fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, y fueron condenados a cien años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años. Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. SON PEDÓFILOS, por lo tanto, quiero saber quién avala esos comportamientos.”
Y no fue un exabrupto ni una declaración errónea a su pensamiento ya que también textualizó.“Zurdos de mierda Tiemblen. Los vamos a ir a buscar”
Si quien nos preside, ataca y agrede a sectores de nuestra sociedad; si además expresa esa postura en foros internacionales representando a nuestro país, ¿cuán difícil se hace eludir la violencia en nuestra forma de comunicarnos? Si la raíz de sus argumentaciones son comprobadamente falaces, pero paradójicamente forman opinión y reciben adhesión, ¿Como protegemos a la verdad como valor?
Si las declaraciones y expresiones del presidente de innegable raíz racista, discriminatoria,xenófoba, misógina y homofóbica tienen además una intencionalidad subyacente a transmitirodio, ¿cómo evitamos la propagación de ese sentimiento en nuestra sociedad?
Pero volviendo al análisis de nuestras libertades, si actuamos como Milei en nuestras apreciaciones cotidianas que agreden a otros, que denostan a prójimos, a vecinos, a ciudadanos, ¿estamos haciendo uso de nuestra Libertad de Expresión o deberíamos decir Libertad de Presión? Presión sobre el que no está conmigo, por ideología, por raza, por sexo, por condición social. Presionar al otro para que deje de ser, y presión a los que lo siguen para que dejen de creer.
Si nuestra expresión es presión sobre el otro para beneficio propio, no es libertad, es extorsión. Si quien se expresa así, es el Presidente, es uso indebido de sus facultades y atribuciones y es abuso de poder. Y eso no puede pasar, ni hoy ni Nunca. Nunca Mas!!!!